Ayer mismo acabé de ver la serie Daredevil, el nuevo proyecto para televisión de la división productora de Marvel Comics, que se ha estrenado de forma íntegra en la plataforma televisiva online Netflix y debo decir que me ha sorprendió enormemente, es posiblemente una de las mejores series que he visto de súper héroes y he visto una cuantas al margen de las que sigo regularmente semana a semana. Es una serie que ha conseguido captar de forma absolutamente espléndida el espíritu del personaje, el alma de los cómics, el tono de las historias del diablo de la cocina del infierno y plasmarla con una sencillez pasmosa en 13 episodios de 60 minutos cada uno, y con recursos bastante limitados demostrando que no siempre los efectos especiales y una alta inversión tecnológica hacen a una serie buena.
Para empezar, aunque pueda parecer una tontería, la serie cuenta con un opening muy molón, a mí siempre me ha gustado que las cosas comiencen con un tema que simbolice de algún modo al producto que representa ya que de algún modo me transmite esa emoción de saber que tras ese minuto de cabecera me espera un nuevo capítulo. El mismo es una sucesión de imágenes representativas de la justicia, el crimen y la ley creadas con un efecto visual de sangre derramándose que finalmente dibujan la figura del Daredevil más clásico.
En cuanto al argumento, no puede ser más sencillo y mejor, básicamente y para no dar ningún spoiler lo que nos narra toda la serie es el origen de Daredevil tal como lo conocemos y el origen de su gran archienemigo Wilson Fisk, cuyo nombre de villano por todos conocido es Kingpin. Las historias de ambos personajes, como se forjaron, las relaciones que mantienen entre ellos y entre sus conocidos, son el pilar fundamental de una trama que se sustenta además con pequeñas sub tramas relacionadas y llevadas a cabo por otros personajes secundarios que al final resultan ser mucho más importantes de lo que parecían en un principio.
La serie huye de los estereotipos marcados por la firma Marvel en sus películas y otras series, si bien películas tiene muchas, series realmente solo se pueden contar por el momento dos: Agentes de Shield y Agente Carter, y ambas mantienen un corte serio pero moderado y cercano al tono de su mundo cinematográfico. Pues bien, en Daredevil todo se torna mucho más oscuro, es una serie más dura, con bastante más violencia, y con un guion lineal que no abre misterios paralelos porque sí, con afán de aletargar el climax de la serie.
Quiero decir con esto que, al contrario de lo que sucede con el 99 por ciento de las series, no solo de súper héroes sino de cualquier género, en estos trece episodios no hay rellenos absurdos ni tramas paralelas que desvíen la atención de la historia central, inicia y concluye con igual maestría.
Otro punto a favor de la serie es, como no podía ser de otra manera, su conexión con el universo cinematográfico y televisivo de Marvel ya que, aunque de forma más sutil que Agentes de Shield, también Daredevil tiene nexos de unión. Como digo no son tan pronunciados como otras producciones de la factoría ya que se centra toda la historia principalmente en los personajes correspondientes y en ese barrio marginal de Manhattan denominado “Hell´s Kitchen” (La Cocina del Infierno) pero están presentes constantemente en el ambiente de la serie. Por un lado en los diálogos de los personajes que en varias ocasiones aluden al Capitán América, a Hulk o al martillo de Thor.
Detalles como un cuadro que guarda uno de los personajes secundarios aludiendo a la batalla en Nueva York de los Vengadores o el hecho de que el boxeador que se enfrenta al padre de Matt Murdock, alias Daredevil, sea uno de los personajes que han aparecido en Agentes de Shield; pero no voy a desvelaros tampoco todas las sorpresas, simplemente destacar que la serie aun siendo tan distante en formato y tono con otras producciones de Marvel puede igualmente fundirse en el complejo universo creado por la fábrica de las ideas.
En cuanto a las interpretaciones, todos están muy bien, especial mención al propio Daredevil y a Wilson Fisk interpretados respectivamente por los actores Charlie Cox y Vicent D´Onofrio. El resto del reparto lo completan Rosario Dawson, Elden Henson y la bellísima Deborah Ann Woll. No menos adictivo y atrayente es el hecho de que la serie sea la primera de cuatro producciones televisivas que prometen ir por el mismo camino como son Marvel´s A.K.A. Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist que confluirán en otra serie más donde se unirán formando al grupo conocido como “Los Defensores”.
Por tanto muchos motivos para ver esta serie y muchos otros para disfrutarla como una de las grandes series del año, una revelación y una autentica pasada, ojo, no lo digo yo, en apenas 4 días es la segunda serie más pirateada y más vista por detrás de juego de tronos y la crítica se ha deshecho en halagos hacía ella, algo tendrá.
Así que nada, a la espera de disfrutar de las próximas series Marvel, de las próximas pelis Marvel y mientras tanto a ver también las de la competencia porque por ejemplo Flash, me tiene con muy buen sabor de boca…. Veremos a ver qué pasa.
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