viernes, 10 de agosto de 2012

Saint Seiya, mucho más que una serie

Hay que remontarse atrás en el tiempo hasta la década de los 90, en el principio de la misma comenzaban a nacer una serie de canales de televisión que completaban la escasa oferta televisiva de aquel entonces constituida por Televisión española y La 2. Los nuevos entes privados ofrecían desde su arranque una rica programación llena de contenidos y programas dedicados a todos los públicos, desde informativos a películas pasando por magazines y lo que más interesa a quien esto escribe, el anime.

El año 1990 significó la llegada a nuestras pantallas de un verdadero maremágnum de series de animación japonesa y marcó el inicio de la instauración del anime y el manga en España. En aquellos años de primeriza emisión, las televisiones recién nacidas necesitaban rellenar parrilla con contenidos de bajo coste, formatos y espacios que no supusieran un desembolso excesivamente elevado por si fracasaba ante la audiencia y fue así como una tras otra se fueron emitiendo las distintas series de anime que poco a poco se acabaron convirtiendo en clásicos inolvidables.
Hay que reconocer que Televisión española ya nos dejaba previamente a los 90 algunas de las series de animación que hoy más conocemos e incluso fue la primera cadena en emitir la serie que nos ocupa, Saint Seiya, no obstante nunca dedicó un especial interés en este contenido pese a abrir la puerta a un éxito atronador para sus nuevos rivales.


La animación japonesa distaba mucho de los dibujos que por aquel entonces reinaban en las pantallas, hay que recordar a los clásicos personajes de Hanna Barberá  y la Warner o las míticas “Dragones y mazmorras”, “Thundercats” u otras tantas que seguramente ninguno ha olvidado. Para empezar nos presentaban series de muchos tipos, de todos los argumentos posibles, teníamos los imparables disparos de “Oliver y Benji”, las valerosas guerreras que nos protegían del mal “Sailormoon”, la misteriosa “Ranma”, parte chico parte chica o las disparatadas investigaciones de “Lupin III”.

Ese nuevo concepto de dibujos animados, que creó polémica entre las asociaciones de padres y demás colectivos con integrantes de importante ignorancia, fue cubriendo poco a poco todas las cadenas hasta producirse lo que se bautizó como el gran boom del anime en España, encabezado por supuesto por la reina indiscutible del momento “Dragonball”.
Pues bien, entre todas ellas, se hizo hueco una serie más, un anime peculiar donde los protagonistas vestían diferentes armaduras y luchaban contra las fuerzas demoníacas, aquello se llamaba “Los caballeros del Zodiaco”. Pronto su conocida canción llenaba los patios de los recreos de los niños, quienes jugaban a ser alguno de los personajes protagonistas. Todos hemos gritado “Por los meteoros de Pegaso” o “Por la cólera del dragón” y aquello que aparecía como una más de entre tantas y tantas opciones animadas se fue poco a poco convirtiendo en un fenómeno de masas que provocó la llegada de multitud de merchandising y productos como los clásicos muñecos de Ban-Dai, varios juegos de mesa de Falomir, álbumes de cromos… que llenaban las estanterías de los quioscos y tiendas compitiendo directamente con la reina absoluta “Dragonball”.
Pese a que Televisión española ya había emitido tímidamente los 26 primeros episodios de esta serie, no fue hasta su emisión íntegra en Telecinco cuando alcanzaría la popularidad que comentaba anteriormente y es que se incluía en uno de los programas estrella de la cadena por aquel entonces, “Superguai”, presentado por los incombustibles Miliki y Rita Irasema. Se trataba de un formato completamente dedicado a juveniles donde además de “Los caballeros del zodiaco” se emitían “Oliver y Benji”, “Skippy el canguro”, “Los pitufos”, Lupin III”… y se ofrecían secciones y espacios educativos y divertidos como aprender a cocinar, superar los trabalenguas y diferentes concursos para ganar consolas como la Megadrive (Jo!! que tiempos, contener la lagrimilla es difícil).
 
Poco a poco la cadena amiga fue retransmitiendo serie tras serie arrastrando a sus espaldas la dura batalla entre padres, asociaciones y demás detractores que peleaban con uñas y dientes para que se dejase de emitir aquello que tanto daño hacía a sus hijos, se llegó a decir incluso que Los caballeros del zodiaco fomentaban la homosexualidad y que aquello era perverso. Se interpusieron demandas, acciones legales y demás estrategias ponzoñosas para destruir o retirar de circulación el material que Telecinco emitía, pero afortunadamente la cadena aguantó el tirón y continuó con sus emisiones pese a resultar muy dañadas varias series como “Dragonball”, “Ranma” o la propia “Caballeros del zodiaco”, que sufrieron potentes tijeretazos en sus metrajes y censuras brutales para que sus niños estuvieran “protegidos”, habría que pensar si estos tendrían que protegerse de los propios padres que los apostan delante del televisor con un bocadillo de Nocilla para que no les molesten en sus quehaceres diarios, recordar las estupideces de aquel entonces me repugna.
Regresando a lo que nos ocupa, “Los caballeros del zodiaco” marcaron un antes y un después en la televisión de España, tanto es así que la propia cadena adquirió otras serias de estilo similar para intentar llegar al mismo nivel de audiencia que los guardianes de Atenea y es que muchos recordaran a “Los cinco samurais” de nombre original “Yoroiden samurai troppers” que ni por asomo alcanzaron la misma cota de pantalla que los caballeros.
Aquella era de felicidad duró poco más de año y medio ya que en 1993 se retiró de antena nuestra tan querida serie. Dicen las malas lenguas y los rumores, que las asociaciones consiguieron su propósito y se hicieron con el material, motivo por el cual estuvo tantos años sin volver a saberse nada de él, pero esto como digo es un rumor aunque se suele decir que cuando el río suena, agua lleva.
La cosa es que pese a ser retirada de pantalla, los chavales nos quedamos con aquellos meteoros de Pegaso y esas ediciones de grapa de los comics que publicaba PlanetadeAgostini. Bien es verdad, que tristemente las series que continuaron en antena como Dragonball u Oliver y Benji y las recién llegadas series Sentai como Power rangers y similares, hicieron que fuese quedando un poco en el olvido aquellos caballeros que luchaban por la justicia y la diosa Atenea. Sumando a esto el hecho que no se publicaba el manga y que los mencionados comics de Planeta finalizaban en el mismo punto donde acababa la serie, algunos llegamos a olvidar que aquella serie que fue referencia en la infancia seguía existiendo y muchísimo menos pudimos pensar que algún día regresaría con tal furia como lo hace en la actualidad.
Pues bien, fueron pasando los años, y con ellos llegaron las nuevas tecnologías. A la par que las cadenas de televisión iban corrompiéndose y llenándose de mierda televisiva dejando de lado al público infantil y juvenil, nacía la red de redes Internet, que ofrecía una puerta abierta a la investigación y un abanico de posibilidades para que aquellos que teníamos en el olvido aquella serie de guerreros con armaduras pudiéramos refrescar nuestros conocimientos, y de que manera.
La televisión se alejaba de la emisión de series pero las editoriales iniciaban a explotar el mercado del manga y por fin editaron en nuestro país la obra de Kurumada en su formato de papel, eso incluía la inédita para muchos, saga de Hades y a partir de ese momento comenzó poco a poco a producirse un fenómeno inédito, un movimiento a nivel internacional que se reforzó con la aparición de los famosos videos de Jerome Alquie, que disparó los rumores, las novedades y las esperanzas de todos los fans que comenzaron a crear webs, clubs de fans… Todo con el objetivo de hacer retornar aquella serie que marcó nuestra infancia. Y asi fue.
Creo que es erróneo hablar del fenómeno de Saint Seiya en aquellos años de primeriza emisión, más bien el autentico furor por la misma llegó hace pocos años con la asombrosa resurrección alentada por un mar de aficionados que gracias a Internet disfrutaban de una nueva oportunidad para deleitarse con Seiya y compañía. Tal es la respuesta de los fans por esta serie que a día de hoy, 25 años después de que el maestro Kurumada le diese por dibujar a estos caballeros en papel, se están realizando 3 nuevos mangas “Episodio G”, “Next Dimension” y “Lost Canvas”; una nueva serie animada basada en este último título; la reciente creación de la saga de Hades de la serie clásica; el tsunami de muñecos y colecciones que Ban-Dai esta lanzando al mercado, tanto en versión Vintage (reediciones de las antiguas figuras) o las versión DX (Los myth Cloth)… Además de esto, se repuso la serie por el canal Cuatro, en la propia Telecinco, y aún continua en antena por alguno de los múltiples canales de pago que existen. También se han creado obras alternativas como fanarts, videos, comics, artbooks y libros, como es el “Universo por descubrir” de un servidor, Miguel Martínez.

En la actualidad el fenómeno Saint Seiya es devastador, tal es así que se celebran actos dedicados a la serie, como las jornadas de doblaje de Madrid o las actuales jornadas Damned. Los aficionados españoles debemos estar orgullosos de ver como esta serie crece y aplasta abrumadoramente a otras en lo que a desarrollo y renacer significa, ya que se trata de un producto que durante años quedó en el olvido y que son los propios fans los que consiguieron el prodigio de hacer que resurja con tanta fuerza. No os quepa la menor duda que sin Jerome y su equipo, sin los fans, sin la lucha de las webs que diariamente peleaban por la serie y sin los esfuerzos extenuantes de unas personas concretas, el resultado no sería el que ahora mismo tenemos.
En mi opinión, Saint Seiya ha marcado un hito, ha engendrado toda una generación de aficionados y ha introducido mágicos elementos en el mundo del anime, que aportan un sentimiento especial hacia todos y cada uno de los personajes que intervienen en la serie. Con Lost Canvas se inicia una nueva etapa, hacemos evolucionar la serie y arrastramos a nuevos jóvenes y aficionados al anime que, aunque no sean conscientes del valor sentimental y nostálgico que nos trasmite a algunos, si que quedarán  prendados de unos personajes maravillosos y una historia mágica. Lo se, hoy existen muchas más series que antes, muchos más canales de televisión y muchas más formas de “disfrutar” este hobby y puede que en alguna ocasión se me pasara por la cabeza que este movimiento nos involucraba únicamente a los fans más veteranos. Pero un día vi a un pequeño de no más de 7 años, corriendo por un parque de mi ciudad y lanzándole a un compañero de juegos un meteoros de Pegaso, a escasos metros de él un par de niños intercambiaban cromos de la serie y unos meses después, en las fiestas del carnaval, abundaban los jóvenes disfrazados de Seiya o Shiryu. Esto me provoca en mí un irremediable sentimiento de nostalgia, cariño y orgullo. Nostalgia porque esa serie es la de mi infancia y varios años después sigue presente; cariño porque me transmitió mucho más que ver a unos dibujos pelearse, me inculcó valores morales, cultura, amistad… y orgullo porque, sin quererlo, formo parte de todos los que hemos provocado que ese niño que corre por el parque de mi ciudad lance un “meteoros de Pegaso” sin percatarse que eso lo hemos hecho muchos años antes que él, unos niños grandes. ¿Habéis sentido alguna vez el cosmos? Yo sí.

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